Empecemos
diciéndonos para nuestro fuero interno, y convenciéndonos bien, que no tenemos
nada que hacer en este mundo sino procurarnos sensaciones y sentimientos
agradables. (Madame du Châtelet, Discurso sobre la
Felicidad)
En el S. XVIII los pensamientos,
obras y discursos que reivindican la felicidad y el placer de la naturaleza
configuran una tradición muy importante. Los textos de Locke, Pope, Fontenelle
y otros, tratan de desentrañar las claves y condiciones que nos conducen a
ella. La felicidad, diría Fontenelle, la materia más interesante de todas,
sobre la que los filósofos han tratado extensamente, requiere el placer, las
sensaciones y los sentimientos agradables que producen la satisfacción de los
deseos.
Voltaire y Emilie se inscriben en esta tradición (I. Morant, 2009). Pero Emilie va más allá:
Voltaire y Emilie se inscriben en esta tradición (I. Morant, 2009). Pero Emilie va más allá:
El
amor al estudio es de todas las pasiones la que más contribuye a nuestra
felicidad. (…) Es seguro que el amor al estudio es bastante menos necesario
para la felicidad de los hombres que para la de las mujeres. (Madame
du Châtelet, Discurso sobre la Felicidad)
Se refiere Madame du
Châtelet a la importancia de la educación de las mujeres, siendo ésta la única
posibilidad de reconocimiento social. Los hombres tienen otros medios de
alcanzar la gloria pero a las mujeres sólo les queda el estudio para
consolarlas de las exclusiones y, en caso de alcanzar tal logro, ser
reconocidas como iguales en “razón”. La propia Madame du Châtelet se queja
amargamente de que su condición no le permita aislarse en el Mont Valerien, un
retiro cerca de París donde su admirado y amigo Maupertuis se dedica
intensamente al estudio y recibe a sus amigos y colaboradores. En las cartas
que le envía podemos leer: "Estoy desesperada de
mi ignorancia y de todas las cosas que me impiden salir de ella. Si yo fuera
hombre estaría en el Mont Valerien con usted y dejaría plantadas todas las
inutilidades de la vida".Y también: “Entiendo poco de esas
materias, y la vida es tan corta y tan llena de deberes y de detalles inútiles
cuando se tiene una familia, que no logro salir de mi limitado plan de estudio
para leer otros libros".