11 junio 2009

De nuevo Londres

De nuevo una ciudad maravillosa...Londres. En unas semanas estaré en Londres, recorreré sus calles, volveré a visitar el British Museum y el Natural History Museum, donde espero encontrar una magnífica exposición sobre Darwin en este año de celebraciones, la National Gallery y disfrutar otra vez de su magnífica colección, la Tate Gallery y la Tate Modern, el nuevo Globe Theatre y tantos otros lugares imprescindibles. De Londres me gusta también sus magníficos parques y jardines, como el Royal Botanic Gardens y sus palacios de cristal, o Regent Park, donde tuve la oportunidad hace años de disfrutar de una representación al aire libre de “Sueño de una noche de verano” de Shakespeare y donde puedes verte rodeado de miles de preciosas rosas, o Hyde Park y su magnífico ambiente de los domingos, donde los “speakers” reúnen a numeroso público. Subidos en escaleras improvisan discursos de todo tipo, fundamentalmente religiosos y políticos y las voces de unos y otros se entremezclan en una versión moderna de torre de Babel. Y subir al London Eye desde donde la visión de la ciudad es magnífica, a tus pies quedan el Big Ben y Houses of Parliament, Westminster Abbey, los nuevos e impresionantes edificios de la city y los puentes sobre el Támesis: los antiguos, los de estilo clásico, los que recuerdan a la época industrial, y los modernos de impresionante diseño. Todo en Londres es sorprendente, es una ciudad llena de vida, elegante y divertida y con una personalidad única y donde en pocos minutos pasas del bullicioso Picadilly Circus a la tranquilidad de Trafalgar Square, recorriendo calles llenas de fantásticos pubs british, british y donde la oferta de musicales y obras de teatro, así como de conciertos es impresionante y, por supuesto, Covent Garden para ir de shopping. Pero si hay algo que me gusta de Londres es cómo está presente la Historia mires donde mires, puedes pararte en cualquier rincón e imaginar a Bacon, Newton, Boyle, Wren, Darwin, Mary Somerville, Jane Marcet , Russell, Wittgenstein, Virginia Woolf, Rosalind Franklin y el largo etcétera de científicas, filósofas y literatas (y en masculino) que disfrutaron de esta ciudad.